JACKSON, Mississippi.— Para Kelvin Wade, de 34 años, la pandemia está lejos de terminar.
Recientemente celebró el aniversario de la muerte de su madre por COVID-19, una pérdida que todavía siente reciente. Él y su esposa, D’Anna, de 23 años, viven en Ridgeland, Mississippi, y temen por la seguridad de su hija de 15 meses, por lo que Wade sale solo a lo imprescindible, con la esperanza de reducir los chances de infectar a su familia.
A pesar de la evidencia de que las vacunas son extremadamente seguras, la pareja tiene miedo de que esta pueda tener riesgos adicionales.
Y más de un año después de que el coronavirus llevara al cierre de miles de negocios y dejar a muchos sin trabajo, ambos continúan desempleados.
Kelvin Wade trabajaba como operador de montacargas en un almacén hasta que perdió su empleo debido a que la producción se desaceleró en marzo de 2020. D’Anna Wade asumió que también habría más despidos en los grandes almacenes donde trabajaba, por lo que después de su licencia por maternidad, decidió no regresar. No tenía sentido, pensó, exponerse al virus mientras esperaba lo inevitable.
Kelvin Wade se ha mostrado reacio a reincorporarse a la fuerza laboral. Los 2,000 dólares en beneficios de desempleo mensuales que recibe son menos de lo que ganaba en el almacén, pero no ha podido encontrar otro trabajo que le pague lo mismo y donde se sienta seguro. Si bien los restaurantes de comida rápida están contratando, pagan menos e involucran más interacción con el público. Le gustaría trabajar desde casa, pero no ha encontrado ofertas en ese sentido.
“En este momento, no tengo una solución”, dice. Pero puede que no le quede mucho tiempo para buscar una.
El próximo mes, Mississippi suspenderá la ayuda federal que ha ofrecido junto con los cheques de desempleo estatales de hasta 235 dólares, sumados a los pagos semanales extra de 300. Otros doce estados liderados por republicanos han anunciado medidas similares. Los gobernadores aseguran que los pagos adicionales de desempleo están ocasionando que los trabajadores permanezcan en casa, alimentando la grave escasez de mano de obra.
Pero estos argumentos no explican de manera completa de lo que está sucediendo en todos los hogares del país. En entrevistas durante la semana pasada, expertos económicos, abogados laborales y proveedores de servicios sociales dijeron que, si bien las personas eligen no aceptar trabajos por muchas razones, la preocupación por la salud y la seguridad han dejado de tomarse en cuenta como parte de esta discusión.
A pesar del aumento de las tasas de vacunación, muchas personas no se sienten cómodas para regresar a trabajos que consideran riesgosos, especialmente si no han sido vacunados o si tienen niños pequeños o parientes vulnerables en casa.
Gary Burtless, economista y miembro principal de Brookings Institution, dijo que ese puede ser el caso especialmente para las personas que trabajaban en industrias que pagaban bajos salarios antes de la pandemia, como los servicios de alimentos y el almacenamiento, así como para aquellos con horarios de trabajo erráticos, como los trabajadores de la hostelería y los asistentes de salud en el hogar.
La falta de cuidado infantil, particularmente en las comunidades donde las escuelas permanecen cerradas, es otro factor importante, dijo.
“Todas esas cosas pueden hacer que la gente, especialmente en los puestos mal pagados, se muestre reacia a aceptar un trabajo y tal vez reduzca la capacidad de su familia para pagar sus facturas”, comentó. “¿Por qué deberían hacer sacrificios financieros en nombre de una industria que históricamente no les ha pagado muy buenos salarios y no les ha ofrecido muy buenos beneficios?”.
Sin embargo, esos factores son ignorados a menudo mientras los funcionarios del Gobierno expresan preocupación por los millones de empleos sin cubrir y la necesidad de reactivar la economía del país. Las ofertas de trabajo aumentaron a un récord de 8.1 millones en marzo, un aumento de casi 600,000 desde febrero, según el Departamento de Trabajo.
Las empresas que quieren contratar dicen que no les está siendo fácil, lo que ha llevado a algunas a ofrecer mejores salarios para cubrir puestos vacantes. La semana pasada, McDonald’s anunció que los trabajadores de sus restaurantes comenzarían a llevarse a casa salarios más altos, en un intento por llenar vancantes.
Ese anunció fue seguido por otros similares en otros restaurantes como Chipotle y Olive Garden, que también están ofreciendo mejor paga.
Más de una quincena estados han adoptado casi de inmediato las nuevas directrices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), que este jueves eliminaron la obligación de usar mascarilla o distanciamiento social para las personas completamente vacunadas contra el coronavirus, tanto en interiores como en exteriores (aunque con algunas excepciones).
Pero otros estados y ciudades, así como algunas empresas importantes, siguen a la espera de que se aclaren algunas dudas sobre si las nuevas directrices, respaldadas por la Casa Blanca, son seguras y viables, dado que resulta complicado saber quién se ha vacunado y quién no, y queda en manos de los ciudadanos hacer lo correcto en cada caso.
Grupos sindicales advirtieron además de que los empleados de las tiendas, restaurantes y otros negocios podrían quedar expuestos al COVID-19 por parte de los clientes y podrían verse obligados a desempeñar el indeseado papel de “policías de vacunación”.
Varias cadenas, como Home Depot y el supermercado Kroger Co., anunciaron que mantendrán por ahora el mandato del uso obligatorio de la mascarilla, pero los supermercados Walmart, Publix, Costco y Trader Joe’s ya lo han eliminado.
Sean Weinberg retiró este viernes los carteles del uso de mascarillas en el restaurante Alba de Malvern, Pensilvania, que dirige con su mujer. También envió un correo electrónico a sus empleados para informarles de que pueden prescindir del cubrebocas en el trabajo si están totalmente vacunados.
“Es un dolor de cabeza con el que no queremos tener que luchar más”, dijo.
De igual forma, el director ejectivo de Disney, Bob Chapek, calificó las nuevas directrices como “una gran noticia” e insinuó durante una llamada de resultados que en un futuro próximo podría haber un cambio en el requisito del uso de la mascarilla en los parques.
“Sobre todo, si alguien ha estado en Florida en pleno verano con una mascarilla puesta. Eso podría ser bastante desalentador”, dijo Chapek, “así que creemos que va a ser una experiencia aún más agradable”.
La diseñadora de fragancias y experta Lyss Stern tiene el mérito de ayudar a los transportistas de larga distancia de COVID-19 a recuperar su sentido del olfato.
Los médicos dicen que Stern es como un fisioterapeuta para la nariz.
Stern no es alguien que se ponga nervioso fácilmente.
La madre de tres hijos, de 47 años, se autodenomina “mamá preunadora”.
Ha escrito libros, incluso lanzó un kit de diseño de máscaras para niños, pero COVID-19 la arrojó.
“Perdí el gusto y el olfato. Desarrollé tinnitus, zumbidos en mis oídos, que todavía tengo hoy”, dijo Stern. “Fatiga – loco, conjuntivitis en mis ojos”.
Eso fue el pasado mes de marzo. Hoy, solo puede saborear unos 10 alimentos.
Toma alrededor de 50 vitaminas al día y está agradecida por la energía que reúne para pasear a su perro por la cuadra.
Cuando se enteró de Sue Phillips, supo que tenía que visitar al diseñador de fragancias.
“Pasamos por todos los diferentes perfumes y, para ser franco, la mayoría no podía oler”, dijo Stern.
Sin embargo, una hora después, algo hizo clic.
“Para cuando llegamos al final, ella me dio una nota para oler”, dijo Phillips. “No sé cuál era el olor, pero olí algo y comencé a llorar porque era la primera vez en más de un año, y me ahogo de nuevo cuando olí algo”.
El Gobierno que preside Joe Biden anunció este lunes que enviará pagos mensuales de hasta 300 dólares, por cada hijo menor de 6 años, y de hasta 250, para los mayores de 6 años, a partir del 15 de julio.
En un principio, las familias iban a recibir este crédito como parte de su reembolso de impuestos pero este sistema mensual permitirá a las familias planificar mejor sus ingresos, señalaron funcionarios de la Administración.
En total, los padres o tutores recibirán pagos directos de 3,600 dólares al año por cada niño menor de 6 años y 3,000 dólares anuales por cada menor de entre 6 y 17 años.
Esta medida forma parte de la ampliación del crédito fiscal por hijos, incluida en el plan de rescate estadounidense de 1.9 millones de dólares que el presidente firmó en marzo.
Como los pagos comienzan a mitad del año, las familias recibirán la segunda parte de sus cobros de 2021 como devolución de impuestos.
Unos 39 millones de hogares —alrededor del 88% de los niños del país— se beneficiarán del programa, señalaron los funcionarios.
¿Qué debo hacer para recibir el pago mensual?
Alrededor del 80% de las familias que reúnen los requisitos ya tienen dado de alta el depósito directo, por lo que no necesitan realizar ningún paso adicional para recibir sus pagos. El 20% restante recibirá los pagos mediante cheque o tarjeta de débito.
Los criterios de elegibilidad son los mismos que los del envío directo de cheques de 1,400 dólares por persona. Es decir, aquellos padres que ganen menos de 75,000 dólares al año y las parejas que ganen menos de 150,000 dólares. Estas cantidades disminuirían para los que ganen más de lo anteriormente dicho, según el Servicio de Impuestos Internos (IRS, en inglés).
Los funcionarios subrayaron que la Administración ha trabajado para hacer este proceso más ágil y más fácil para la gente, tras las anteriores quejas por los retrasos de los cheques de estímulo.
Aunque, como se trata de un programa totalmente nuevo, los funcionarios advirtieron de que es probable que siga habiendo algunos contratiempos.
Asimismo, la Administración participará en una estrategia de divulgación para ayudar a las familias a aprovechar este nuevo programa.
Si confrontas problemas para pagar el servicio de internet debido a la crisis económica causada por la pandemia del COVID-19 este programa federal de emergencia puede ayudarte con un descuento de hasta $50 por mes y otro único de hasta $100 para comprar una computadora portátil, computadora de escritorio o tableta.
El beneficio de banda ancha de emergencia es un programa de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) de $3.200 millones implementado luego de que las personas comenzaron a tener dificultad para pagar el servicio cuando se convirtió en esencial para el trabajo remoto, las clases en línea y hasta para el suministro de atención médica.
Las personas interesadas puede comenzar a registrarse en el programa desde este miércoles 12 de mayo de 2021.
El programa proporcionará un descuento de hasta $50 por mes para el servicio de banda ancha para hogares elegibles y hasta $75 por mes para hogares en tierras tribales elegibles.
Los hogares elegibles también pueden recibir un descuento único de hasta $100 para comprar una computadora portátil, computadora de escritorio o tableta de los proveedores participantes si contribuyen con más de $10 y menos de $50 con el precio de compra, detalló la FCC.
El beneficio de banda ancha de emergencia se limita a un descuento de servicio mensual y un descuento de dispositivo por hogar.
¿Quién es elegible?
Un hogar es elegible si un miembro de la familia cumple con uno de los siguientes criterios:
Tiene un ingreso igual o inferior al 135% de las pautas federales de pobreza o participa en ciertos programas de asistencia como el SNAP, Medicaid o Lifeline.
Está aprobado para recibir beneficios bajo el programa de almuerzos escolares gratuitos o de precio reducido o el programa de desayunos escolares, incluso a través de la Disposición de elegibilidad de la comunidad del USDA en el año escolar 2019-2020 o 2020-2021.
Recibió una Beca Federal Pell durante el año de concesión actual.
Experimentó una pérdida sustancial de ingresos debido a la pérdida de empleo desde el 29 de febrero de 2020 y el hogar tuvo un ingreso total en 2020 de $99,000 o menos para contribuyentes solteros y $198,000 para contribuyentes conjuntos.
Cumple con los criterios de elegibilidad para el programa COVID-19 o de bajos ingresos existente de un proveedor participante.
La FCC dijo que antes de que las personas presenten la solicitud, es importante que entiendan que el programa “terminará cuando el fondo se quede sin dinero o seis meses después de que el Departamento de Salud y Servicios Humanos declare el fin de la emergencia de salud COVID-19, lo que ocurra primero”.
“Los hogares participantes deberán optar por seguir recibiendo servicios de banda ancha de su proveedor después de que finalice el programa. Si un hogar elige continuar recibiendo el servicio después de que finalice el Programa de Beneficios de Banda Ancha de Emergencia, se le facturará la tarifa mensual general del proveedor de banda ancha”, puntualizó.
¿Cómo aplicar?
Comunícate directamente con tu proveedor de banda ancha participante preferido para conocer su proceso de solicitud.
Llama al 833-511-0311 para obtener una solicitud por correo y devuélvale junto con copias de los documentos que demuestren tu elegibilidad a: Centro de soporte de banda ancha de emergencia CORREOS. Box 7081, Londres, KY 40742.
Después de recibir una determinación de elegibilidad, los hogares pueden comunicarse con su proveedor de servicios preferido para seleccionar un plan de servicio elegible para el beneficio de banda ancha de emergencia.
Varios proveedores de banda ancha, incluidos los que ofrecen banda ancha fija e inalámbrica, están participando en el beneficio de banda ancha de emergencia. Busca proveedores de servicios de banda ancha que ofrezcan el beneficio de banda ancha de emergencia en su estado o territorio.