EL PASO, Texas — Con un tapabocas con “Corintios 20:13” garabateado sobre él, Zachary Greenhoward observaba a los cientos de manifestantes pacíficos, afroamericanos y latinos juntos, que se enfrentaban a los tensos policías en equipo antidisturbios.
Los policías eran en su mayoría latinos.
“Todos somos vidas morenas. No hay razón para asustarnos de estar justo delante de ellos, de mirarlos a los ojos”, dijo Greenhoward, de 21 años, quien es afroamericano. En este día reciente, él, como muchos otros en todo el país, se manifestó para condenar el racismo. Y también para difundir un mensaje sobre la unidad de afroamericanos y latinos. “Aquí no somos el enemigo”.
Además de los llamados a una reforma jurídica fundamental, los politólogos y los activistas comunitarios afirman que la horrible y violenta muerte de George Floyd a unas mil 800 millas de distancia en Minneapolis abre una gran oportunidad para que las comunidades afroamericana y latina se unan en un año electoral para hacer cambios.
Muchos ven esto como un momento fundamental en la historia, una oportunidad para que las nuevas generaciones de las dos minorías más grandes y poderosas de la nación curen viejas heridas y forjen alianzas.
Es una tarea difícil: Encontrar una voz unida que continúe conjuntamente el legado del líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr. y el líder de la Unión de Trabajadores Agrícolas, César Chávez. En el pasado, la construcción de alianzas entre afroamericanos y latinos ha resultado ser cualquier cosa menos fácil, indican expertos.
Fuente: Dallas Morning News.