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Toque de queda en Florida, mascarillas obligatorias en Arkansas y petición de «reclusión total» en Texas por el repunte de contagios

Estados Unidos continúa sin poder levantar cabeza en lo que a la contención del coronavirus se refiere. Los records de contagios por Covid-19 se pulverizan continuamente y las preocupantes previsiones de que se puedan alcanzar los 100.000 nuevos positivos en un solo día han hecho ya a varios territorios dar marcha atrás en las medidas de desescalada, pese al empeño del presidente, Donald Trump, por que el país avance en la llamada ‘nueva normalidad’.

Un total de siete Estados -Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee, Alaska, Missouri, Idaho y Alabama- alcanzaron el viernes sus niveles más altos en número de infecciones y ayer se sumó Florida, con otros 11.458 casos, en medio de la celebración por el Día de la Independencia. El condado de Miami-Dade, epicentro de los contagios, está bajo toque de queda entre las diez de la noche y las seis de la mañana para «evitar que las personas se aventuren y salgan con amigos en grupos», como explicó el alcalde, Carlos Giménez.

La situación no es mucho mejor en Estados como Arkansas, donde las autoridades han impuesto el uso obligatorio de mascarillas para intentar contener la rápida propagación del coronavirus. Mientras, en Texas, donde se alcanzó la víspera un nuevo pico de hospitalizaciones, el personal médico pide ya una «reclusión total» dentro del territorio para tratar de tener a la enfermedad bajo control.

En Carolina del Norte, el alcalde de la localidad de Wilmington, Bill Saffo, señaló que muchas infecciones se han producido en grandes aglomeraciones y predijo un nuevo incremento tras este fin de semana festivo. Entretanto, Nueva York se mantiene todavía como el Estado más golpeado del país por la pandemia, con 395.872 casos confirmados y 32.081 fallecidos, una cifra solo por debajo de Brasil, Reino Unido e Italia.

Hasta 175.000 muertes

Trump había apuntado inicialmente que la cifra final de muertos en Estados Unidos se situaría entre los 50.000 y los 60.000, si bien en sus últimos cálculos auguró hasta 110.000, un número ya superado tras situarse ahora por encima de los 130.000.

El Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, avisa que las cifras seguirán en aumento. En concreto, advierten que se llegará al mes de octubre con 175.000 fallecimientos.

Fuente: Hoy.com