El oficial Brian D. Sicknick sufrió lesiones durante los choques del miércoles y regresó a la oficina de su división, donde se derrumbó, dijo la portavoz de la policía del Capitolio Eva Malecki. Lo llevaron a un hospital, donde murió alrededor de las 9:30 pm, hora local, de este jueves.
Sicknick, quien se unió a la Policía del Capitolio en 2008, es la quinta víctima mortal relacionada con los hechos del miércoles en Washington D.C.
La primera de las muertes confirmadas fue la de una veterana de la Fuerza Aérea y ferviente partidaria de Trump, quien formaba parte de la turba que irrumpió en el edificio. Fue baleada fatalmente por la Policía del Capitolio. Otras tres personas murieron en “emergencias médicas” después de los disturbios, dijeron las autoridades.
La noticia de la muerte de Sicknick, que empezó a circular el jueves en medios pero fue desmentida en un principio por la policía, llega poco después de que el propio jefe de la Policía del Capitolio, Steven Sund, renunciara en medio de críticas por la respuesta del departamento a la hora de contener el asalto al Congreso, donde se estaba celebrando una sesión para validar la victoria del presidente electo, Joe Biden.
Los alborotadores atravesaron barricadas, provocaron destrozos en el edificio y se enfrentaron con la policía. La sesión conjunta del Senado y de la Cámara fue suspendida y los congresistas evacuados. El trabajo del Congreso solo se pudo reanudar horas después y terminó a altas horas de la madrugada.
Legisladores de ambos partidos se comprometieron a investigar la actuación policial a la hora de proteger el Capitolio y cuestionaron si fue falta de preparación lo que permitió que una turba ocupara y destrozara el edificio. Las ofertas de ayuda por parte del Pentágono y el Departamento de Justicia resultaron rechazadas.
Tras el fallecimiento del agente Brian D. Sicknick, más voces se sumaron a las críticas hacia la Policía del Capitolio. Dos demócratas de la Cámara de Representantes en los comités que supervisan los presupuestos de la policía del Capitolio dijeron que los responsables deben ser retenidos para responder por la muerte “sin sentido”.
El propio Trump había incitado este miércoles a sus partidarios a que marcharan al Capitolio, antes de que una parte de ellos tomaran el edificio que hospeda el poder legislativo del país. Tras todo lo ocurrido y enfrentarse a crecientes presiones para que sea apartado del poder, cuando le quedan menos de dos semanas antes de que Biden tome el relevo, rebajó el tono y admitió que a partir del 20 de enero habrá otra Administración al frente.
Fuente: Telemundo.