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Una jornada electoral llena de sorpresas

Una jornada electoral llena de sorpresas

Los estadounidenses salieron el martes a votar bajo la sombra de una pandemia en pleno resurgimiento, rumores de supresión del voto y expectativas de violencia.

Las predicciones de disturbios no se materializaron, y en un hecho de gran relevancia, a unas horas de que se cerraran las urnas en la mayor parte del territorio, el candidato Joe Biden salió a dar un discurso en el que llamaba a la calma y aseguraba que el resultado de la elección presidencial, probablemente no se sabría hasta dentro de unos días, cuando terminaran de contarse los votos emitidos por correo, que se calcula en unos 100 millones.

Aunque todas las encuestas colocaban al candidato demócrata al frente del presidente Trump, a lo largo de la noche fue quedando claro, como un deja vu del 2016, que la competencia era mucho más cerrada de lo que se esperaba y que el presidente Trump tenía grandes posibilidades de obtener la reelección.

De una manera u otra, la elección presidencial se convirtió en un referendo en torno a la actuación del presidente Donald Trump a lo largo de los últimos cuatro años y sin duda en la forma en que manejó la pandemia del coronavirus.

Al parecer el alto número de contagios y muertes, los escándalos políticos y la poca corrección política del presidente, no influyeron en los votantes de numerosos estados que le dieron sus votos electorales a Trump.

En Los Ángeles la jornada dio inicio con grandes señales de inquietud. En el área de Beverly Hills y en Rodeo Drive, los comerciantes de marcas de lujo tapiaron ventanas y puertas en previsión de posibles disturbios. Por la tarde, el Departamento de Policía de Los Ángeles, se declaró en alerta táctica en todos los vecindarios. Algunos brotes de inconformidad se registraron en el centro de la ciudad, pero fueron sofocados de inmediato.

Uno de los temores más grandes era que militantes de grupos radicales de derecha e izquierda se presentaran en las urnas para desmotivar el voto en persona, afortunadamente no se materializó.

Conforme el mapa electoral se fue tiñendo de rojo republicano, los papeles fueron cambiando. Y es que, al principio de la jornada, se sabía que el presidente Trump y los miembros de su campaña, tenían proyectado acudir a las cortes para anular la mayor cantidad de votos posibles. Sin embargo, el discurso de Joe Biden, dio a entender que los demócratas no van a conceder la victoria y que pelearán por un conteo exhaustivo de los votos emitidos por correo y en ausencia.

Tal vez una de las características más representativas de esta jornada, fue la votación anticipada y por correo que se desarrolló en algunos estados desde mediados de octubre y que permitió que más de 100 millones de personas votaran de manera anticipada. Todo esto en medio de temores de que el Servicio Postal de Estados Unidos no tuviera capacidad para distribuir a tiempo los votos, debido a que, en los últimos años, esa dependencia ha sufrido un importante recorte de recursos.

Entre otras sorpresas de la noche se encuentra el hecho de que la mayoría de los estados clave, como Pensilvania, Ohio, Wisconsin, Florida, Texas, fueron a manos de Trump, sin que hubiera la gran disputa electoral que se esperaba.

Un ejemplo de la movilización del voto latino fue Arizona, que después de décadas de lealtad al partido Republicano, votó en favor de Biden y de los candidatos demócratas. Ese estado fue uno de los grandes objetivos de organizaciones comunitarias que buscaban movilizar el voto latino. Algo similar ocurrió en Nevada, donde las tendencias favorecían a los demócratas.

La jornada electoral concluye con un cierre incierto, en el que las tendencias favorecen la reelección del presidente Trump, a pesar de que todavía matemáticamente, existe una posibilidad de que Joe Biden regrese a la Casa Blanca.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.

Trump vs Biden: ¿cuándo sabremos el resultado de las elecciones?

Trump vs Biden: ¿cuándo sabremos el resultado de las elecciones?

Las elecciones presidenciales que celebra Estados Unidos este martes son inéditas, y puede que pasen días o incluso semanas antes de que se conozca quién resultó ganador: Joe Biden o Donald Trump.

Millones de estadounidenses han votado esta vez por correo debido a la pandemia de coronavirus, lo que significa que es muy probable que el recuento de todos los votos se retrase.

¿Cuándo se suele conocer el resultado de las elecciones estadounidenses?

El resultado de las elecciones se suele anunciar la noche del día de las elecciones, que este año es este martes 3 de noviembre.

Diferentes estados concluyen las votaciones en horarios distintos. Las primeras urnas cierran en la costa este a las 19:00 hora local (00:00 GMT).

Después del cierre de las urnas se procede al conteo de votos en cada estado.

Los principales medios de comunicación estadounidenses “declaran” la victoria de un estado cuando creen que un candidato tiene una ventaja definitiva, pero eso es una predicción y no el resultado final. Lo mismo ocurre cuando los medios “declaran” ganador a nivel nacional.

Los presidentes de Estados Unidos no se deciden por el total de la votación popular a nivel nacional, sino ganando en los suficientes estados.

Cada estado tiene una cierta cantidad de “votos electorales” que se lleva por completo el ganador en ese territorio. El número de votos electorales de cada estado se basa en la población del mismo.

Para ganar la Casa Blanca se necesitan 270 votos electorales.

En 2016, la victoria electoral fue declarada a favor de Donald Trump alrededor de las 02:30 AM hora local del este (07:30 GMT), cuando la victoria en el estado de Wisconsin le permitió superar los 270 votos electorales necesarios.

Fuente: MSN.News

Trump VS Biden: Un debate en el que todos perdieron

Trump VS Biden: Un debate en el que todos perdieron

En un encuentro cara a cara entre dos rivales se espera que uno salga derribado y el otro victorioso. Lo que no es tan común es que ninguno de los dos destaque como ganador entre tanto ruido, como pasó en el primer debate presidencial.

Este encuentro entre el presidente, Donald Trump, y el candidato demócrata, Joe Biden, fue uno de los más conflictivos y caóticos de las últimas décadas, donde el decoro usual se desechó a un lado. Algunos que comentaban en redes, desesperados por el desorden, no resistieron más allá de media hora y lo apagaron.

✔️ El caos

Para los votantes indecisos, la noche no aportó mucho, pues ambos candidatos y el moderador, Chris Wallace, hablaban al tiempo y se entendía poco. Hubo quienes culparon a Wallace por el desorden.

Esta fue la estrategia del presidente Trump: tratar de pasar encima de Biden como un bulldozer y dominar la conversación.

Esto ponía a Biden en una situación imposible, una en la que todas las partes perdían, candidatos, moderador y audiencia: si Biden actuaba calmado y no interrumpía de vuelta, no podía comunicar sus puntos, y podía parecer como de “baja energía” y “dormilón”, como lo pinta Trump con apodos.

Pero si le respondía con la misma agresividad, corría el riesgo de empeorar una situación ya de por sí insoportable y añadir al caos. Al final, ninguno ganó, y quizá quienes más perdieron fueron los votantes.

✔️ El coronavirus

Estas son unas elecciones de pandemia, y por ello, una cifra récord ha votado ya por correo y planea votar por anticipado. Por eso, la gestión del presidente Trump y lo que promete Biden de ser elegido es un tema crucial.

En esto el encuentro fue de polos opuestos: Biden decía que gracias a Trump han muerto los más de 200,000 estadounidenses, y Trump decía que Biden quiere cerrar por completo el país (lo cual no es cierto: una cuarentena nacional no parte de sus propuestas ni de su plan para manejar la pandemia, según su plataforma en su página web).

Trump además ha dicho que ha hecho “un trabajo fantástico”, en el día en que el país superó el millón de contagiados.

Biden dice que Trump no tiene un plan para superar la pandemia, más allá de querer reabrir las economías locales “demasiado rápido” poniendo en riesgo nuevos brotes, pero esa afirmación es falsa. También apuntó que de hecho los demócratas en el Congreso están tratando de llegar a un consenso para brindarle ayuda financiera a los ciudadanos, que han sufrido esta pandemia no solo en salud, sino también económicamente.

✔️ ¿Quién es el incumbente?

Aunque el presidente en funciones es Trump, es como si también fuera Biden: Trump le reclama sus 47 años de carrera política como parte de una estrategia que le funcionó hace cuatro años, en la carrera presidencial de 2016. En ese entonces se pintó como un outsider, alguien afuera del establishment que venía a cambiar la manera de hacer política.

Este año no es claro si le servirá, pues es Trump quien es presidente y quien está a cargo de solucionar las diferentes crisis que atraviesa el país, ya sea el COVID-19 o las protestas masivas del racismo.

✔️ Trump no rechaza la supremacía blanca

El moderador Chris Wallace le preguntó al presidente si iba a condenar a los grupos de extrema derecha y milicias organizadas que lo apoyan y que han hecho llamados a alzarse en armas si Trump pierde la elección.

Trump dio vueltas al asunto, llamó por nombre a uno de estos grupos que se ha activado en los últimos meses, los Proud Boys, y les dijo “manténganse atrás y alertas”, lo que ellos, en redes, han celebrado.

Los Proud Boys, una organización autodenominada “chovinista occidental”, es considerada un grupo de odio violento, nacionalista, islamófobo, transfóbico y misógino, según la Liga Anti-Difamación, una organización sin fines de lucro que rastrea a los grupos extremistas.

Fuente: Telemundo.